La denominación de Templo hace referencia a los mismos de la Grecia clásica donde los filósofos y sus discípulos se encontraban para formarse estos últimos en los aspectos más elevados de la cultura. La designación de Gran es por ser el Templo central de la Orden Masónica en el Uruguay.
El diseño del Gran Templo de la Masonería del Uruguay posee terminaciones únicas a nivel mundial, estas con reminiscencias de los templos Franceses del siglo XIX.
Tiene una planta rectangular orientada simbólicamente a los 4 puntos cardinales (que en Uruguay ocurre realmente por estar orientado en esos ejes).
Las enseñanzas de la masonería están veladas por símbolos, y es por ello que sus templos están repletos de ellos. Es labor del masón reflexionar, investigar y practicar lo que en su interior se instruye.
Destacan en el mismo símbolos que hacen referencia al Templo de Salomón, desprovisto de su significado religioso, como templo de sabiduría como figuraba en emblemas de los siglos XVIII y XIX. Hay otros símbolos de clara referencia astronómica como lo es el cinturón zodiacal, el sol y la luna. En sus paredes destacan alegorías referentes a las virtudes: fe, la esperanza, la caridad y la prudencia. Emblemas referidos a la fraternidad y al trabajo se encuentran en diferentes lugares del mismo. Y en particular las espadas que se encuentran en todos los asientos como representación de los ideales caballerescos que animan al Rito Escocés Antiguo y Aceptado que es el practicado por la Masonería del Uruguay.
Todas las sillas de los sitiales y los propios sitiales de las autoridades fueron talladas en madera en el siglo XIX y provienen del edificio de la calle Soriano y Paraguay que fuera primer sede.
El techo posee una definida significación de un cielo que como un camino que parte desde la penumbra de la puerta y se dirige hacia la luz del conocimiento.